Tengo guardados algunos dibujos de cuando tenía unos 12/13 años donde intenté plasmar algunas historias que ocurrían en mi cabeza.
Hace unos días estaba viendo nuevamente las películas de Los Ángeles de Charlie (realmente creo que las vi muchas veces en esos tiempos) y me acordé de este dibujo:
Por lo que creo recordar éramos un grupo formado por dos chicos y yo, la chica de las coletas, en esos años era mi peinado preferido (nunca aprendí a dominar mi cabello ni pude hacer trenzas o lo que sea, aún a mis 25 no paso de un rodete y prácticamente nunca llevo el pelo suelto porque tengo demasiado volúmen, todavía no he aprendido a quererlo.Recuerdo las mañanas en que no lograba peinarme y terminaba llorando tirando fuerte para acomodarlo.) Me fui del tema. Otra vez.
Bueno cuestión que me la pasé en muchísimas aventuras con estos dos, ojalá poder recordar sus nombres pero estoy segura que uno se llamaba Lucas (porque era el chico que me gustó desde los 5 años.)Buscábamos tesoros perdidos, nos enfrentamos a todas las organizaciones criminales y teníamos la base secreta en una isla. Manejábamos todo tipo de vehículos (recién ahora estoy empezando con el curso de manejo.)
Me he pasado la vida viviendo aventuras y diálogos de todo tipo. Siempre con gente súper ficticia. Años más tarde cuando conozca los libros empiezo a tener aventuras con un montón de personajes. Me hubiera gustado escribirlas pero siento que se perdía la magia,que no iban a tener coherencia porque siempre empiezo en escenarios sin continuación. Estás fantasías me hacen vivir una locura porque no puedo compartirlas con nadie. Jamás lo conté. A veces me encuentro riendo o al borde de las lágrimas por escenas que no existen. Creo que esto se volvió un hábito al vivir tanto tiempo encerrada tanto en mi misma como en mi cuarto. Muchos años entre estas cuatro paredes. Es algo que elegí pero a veces me pregunto de qué estaba huyendo. De la realidad.
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